domingo, 21 de agosto de 2011

Pandillas veraniegas (Soneto 488)


Pandillas quinceañeras de verano:
misterio, exploración, descubrimientos,
comunión de encontrados sentimientos,
anhelo apasionado y becqueriano.

El amigo que se hace fiel hermano,
los brotes iracundos y violentos,
la huida de severos reglamentos,
dos almas caminando de la mano.

La vida se entrëabre, se destapa,
se pega al corazón como la lapa,
sale al encuentro del rapaz dormido.

Se comparten la risa y la grandeza,
el tumulto, el desorden, la pereza
el miedo, el resquemor y el sinsentido.




2 comentarios:

  1. Y qué maravillosos recuerdos de las pandillas de verano.
    Al menos yo tuve esa suerte. Todo era divertido, bueno, estupendo.
    Y el final de verano un drama terrible. Pero me quedo con el principio.

    Un abrazo

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  2. Cuantas cosas y sentimientos descubrimos en esos meses de vacaciones, nuevos lugares y nuevos amigos.
    Cuantos nuevos y diferentes sentimientos experimentamos?
    Un abrazo.

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