Quince amigos quedamos en Las Mesas
- la que fuera Asta Regia del Imperio -
para ofrecer un homenaje serio
a nuestras panzas ávidas y obesas.
Danzando ya en el aire las pavesas,
y el chivo despiezado con criterio,
montamos un simpático sahumerio
con sardinas, el chivo y otras presas.
Piriñaca, tapines rebozados,
endibias con relleno nutritivo,
chorizos de la Pampa acalorados,
fueron el redundante aperitivo
- con Tío Pepe cabalmente regados -
que precedió al sustancioso chivo.
Y sin mediar motivo,
como nos pareció poco la cena,
nos fuimos al ferial de Trebujena.
Os pareció poco la cena, me hecho a temblar solo en pensar que sera para vosotros una cena copiosa, y luego hablan que se come mucho en el norte, jaja.
ResponderEliminarLuego al ferial seguro que a tomar unos cubatitas para ayudar a la digestión.
Un abrazo.
Con días de retraso, paso lista a tus sonetos, y veo que el calor no es inconveniente para encender unas buenas brasas.
ResponderEliminarEso es cuidarse y lo demás tontería. Me alegro de que lo disfrutaras.Y me sorprende que después del "riego" del Tío Pepe, hayas podido sonetear la fiesta. Pero, como, siempre, ha quedado de lujo.
Un abrazo