Qué cantidad de vidas, camarero,
pasan por tu sonrisa generosa,
tu mirada radiante y hacendosa,
tu pararte y templar, como un torero.
Cuánta felicidad bajo tu fuero:
Cuánta felicidad bajo tu fuero:
libando de la copa generosa,
degustando la tapa clamorosa
charlando con el justo compañero.
Ya sé que alguno peca de ordinario,
grosero, descarado o insolente;
pero yo sobrepongo lo contrario:
pues tengo por común y más frecuente
que tu trato es genial y extraordinario
con la gran mayoría de la gente.
degustando la tapa clamorosa
charlando con el justo compañero.
Ya sé que alguno peca de ordinario,
grosero, descarado o insolente;
pero yo sobrepongo lo contrario:
pues tengo por común y más frecuente
que tu trato es genial y extraordinario
con la gran mayoría de la gente.
Me ha gustado tu soneto a los camareros, yo que conozco el oficio puedo decir, que es de los mas duros y muchas veces mas desagradecidos.
ResponderEliminarCuando todos nos divertimos ellos trabajan, poniendo buena cara y una sonrisa.
Un abrazo.
Pues lo has contado muy bien. Es una gente que recopila anécdotas. Y aunque alguna vez se da con un bobo (el camarero en el público y al revés también) hay que reconocer que tienen un trabajo duro y que lo llevan bastante bien.
ResponderEliminarUn abrazo