anoche se montó una nueva fiesta,
que a falta de cantante con orquesta
contó con karaoke y proyección.
Vestir de blanco era condición
y también acarrear cumplida cesta,
para así resultar menos molesta
la carga de la cena al anfitrión.
¡Qué apetito voraz siguen teniendo
estos mozos y mozas folloneros,
y cuánta sed, conforme van bebiendo!
¡Qué alaridos, cual perros lastimeros;
qué desafinos van todos haciendo,
destrozando baladas y boleros!
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