domingo, 29 de agosto de 2010

Amigos que se marchan (Soneto 130)


Anoche celebramos despedida
de amigos que regresan a Canarias.
Con ellos las parrandas fueron diarias;
en todas se engulló buena comida.

Cada año, cuando llega su partida,
después de tantas fiestas suntuarias,
se suelen suceder llantinas varias:
la vacación está toda vivida.

La noche se ofrecía silenciosa;
su dama repartía olor a gozo;
llegábase el rumor del oleaje.

Pero el alma no estaba muy rumbosa;
faltaba regocijo y alborozo...
se nota que ya toca el equipaje.

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