con canciones conforme a nuestra edad,
en las voces con tal disparidad
que al final terminó en puro disloque.
Alguno interpretó como un bodoque
provocando total hilaridad,
con una ejecución de tal maldad
que más bien parecía muerte a estoque.
Los perros lastimeros del vecino
dejaron de llorar a troche y moche.
Pensarán los dos pobres animales
que si vuelven a aullar con desatino
volverá a malsonar toda la noche
la panda de incipientes carcamales.
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