martes, 10 de agosto de 2010

El faro de Chipiona (Soneto 111)



Oh, Torre de Cepión, falo imponente,
engendrador de luz desde la altura,
proyectil vertical de piedra dura,
castillo varonil concupiscente.

Oh, faro retador, capullo ardiente,
luz de todos los vientos en la anchura,
fecundador de espumas sin hartura,
sustituto del sol incandescente.

Oh, Príapo costero, fiel atlante,
soporte de lumínico artefacto,
protector de la flota navegante.

De tener tu potencia no me jacto;
ya quisiera llevar yo por delante
tu enhiesta claridad y nervio intacto.

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