miércoles, 5 de junio de 2013

Resacas (XI)



Antídoto del tufo sulfuroso:
un brusco adiós al rito semanal,
una quema de libros esencial
y una mirada al mundo luminoso.

Siempre es posible un horizonte hermoso:
dejar atrás la senda medieval
y tomar un camino original
apartado del viaje tenebroso.

¡No te vuelvas, pesado caminante,
por otear detrás tus viejos duelos,
que el derrotero crece por delante!

Yo me vuelvo, inconsciente, a los pañuelos;
que no siempre me puedo ver rampante: 
así quedé después de aquellos velos.




1 comentario:

  1. Ciertamente ver siempre al frente, atras solo para no caer en los mismos errores.
    Un abrazo.

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