martes, 31 de agosto de 2010

Proponerse propósitos (Soneto 132)



Al principio del año me prometo
- igual que hace casi todo el mundo -
un conjunto de cosas muy profundo
que tienen la mejora como objeto.

Mas la vida es un arduo vericueto,
y aunque me lo proponga muy rotundo
el proyecto no suele ser fecundo,
pues no todos los planes acometo.

Así que en el regreso a mi trabajo
repaso los propósitos dejados,
y vuelvo a prometer con desparpajo

que esta vez quitaré kilos sobrados,
cuidaré mis entrañas a destajo
y los nervios tendré más controlados.

lunes, 30 de agosto de 2010

Vuelta al trabajo (Soneto 131)


Padezco de hipoacusia en los oídos,
la escoliosis percute en los dorsales,
también tengo molestias cervicales
y esguinces de tobillo repetidos.

Además de los casos aludidos
la vista exige gafas graduales,
la dermatitis pica los ovales
y los huesos me van dando crujidos.

¿Por qué mis males traigo a colación,
si he pasado un agosto relajado,
sin dolor ni motivo de aflicción?,

Pues será porque tengo desazón,
ya que vuelvo al trabajo, resignado,
pero quiero seguir de vacación.

domingo, 29 de agosto de 2010

Amigos que se marchan (Soneto 130)


Anoche celebramos despedida
de amigos que regresan a Canarias.
Con ellos las parrandas fueron diarias;
en todas se engulló buena comida.

Cada año, cuando llega su partida,
después de tantas fiestas suntuarias,
se suelen suceder llantinas varias:
la vacación está toda vivida.

La noche se ofrecía silenciosa;
su dama repartía olor a gozo;
llegábase el rumor del oleaje.

Pero el alma no estaba muy rumbosa;
faltaba regocijo y alborozo...
se nota que ya toca el equipaje.

sábado, 28 de agosto de 2010

Manuela (Soneto 129)


Un soneto me pide hacer Manuela,
y yo presto me pliego a su deseo
- que es orden para mí, sin cachondeo -,
pues mi amiga es la flor de la canela.

Manuela como hembra es mucha tela,
disfruta de la vida sin cabreo,
le da todo a los suyos sin rodeo
y no muestra dolor, aunque le duela.

Y enseña sobre todo una virtud
que ya quisiera yo tenerla igual:
una gran fortaleza en su actitud

si tiene que enfrentarse a cualquier mal;
una lucha sin tregua ni acritud;
un coraje y valor fenomenal.

viernes, 27 de agosto de 2010

Incidente comunitario (Soneto 128)


Incidente al final del veraneo:
una fatua con ínfulas de dama
- que en vez de hablar parece que declama -
ha cogido un mayúsculo cabreo.

El motivo es que arman su jaleo
los niños antes de irse hacia su cama,
y a los pobres les ha montado un drama
que al final ha trocado en cachondeo.

El banco de reunión les ha quitado
de la zona común ante su casa,
previo insulto soez a los infantes.

Éstos con gran razón se han cabreado:
le dicen vieja y loca- vaya guasa -
y le dan la tabarra más que antes.

jueves, 26 de agosto de 2010

Fiesta de blanco (Soneto 127)


Como traca final y colofón,
anoche se montó una nueva fiesta,
que a falta de cantante con orquesta
contó con karaoke y proyección.

Vestir de blanco era condición
y también acarrear cumplida cesta,
para así resultar menos molesta
la carga de la cena al anfitrión.

¡Qué apetito voraz siguen teniendo
estos mozos y mozas folloneros,
y cuánta sed, conforme van bebiendo!

¡Qué alaridos, cual perros lastimeros;
qué desafinos van todos haciendo,
destrozando baladas y boleros!


miércoles, 25 de agosto de 2010

Lunes en la Bahía (Soneto 126)



El Free Will es velero señalado,
elegante, ligero y aparente,
que tiene un timonel sabio y prudente
y un capitán mañoso y avezado.

Estos Grandes hermanos nos han dado
una jornada grata y excelente,
volando por un mar verde y silente,
por Cádiz, Puerto y Rota vigilado.

El velamen se inflaba edificante
prestando al albo casco poderío,
con el aire meciéndonos certero.

El mar se consternaba por delante
y el grupo, liberado a su albedrío,
pasó por almirante y marinero.

martes, 24 de agosto de 2010

Yo quiero ser torero (Soneto 125)


En su finca por vía conyugal
montó Francisco una becerrada,
con un torito de tan poca alzada
que pudiera pasar por recental.

Embestïa el semoviente tarde y mal,
pues sólo procuraba su escapada
por la chapa, tan alta colocada,
que siempre tropezaba el animal.

Después de sopesar la situación
la muleta cogí con decisión
y le di trincherazos por la cara,

seguidos de unos pases bien trenzados,
tanto por mis amigos ponderados
que quiero debutar pronto con vara. 

lunes, 23 de agosto de 2010

El pellejo de los huevos (Soneto 124)

La larga evolución de los primates
ha tenido unos hitos esenciales,
desde aquellos primeros animales
hasta el hombre moderno de Bill Gates.

Sirvieron como grandes acicates:
convertirse en andantes verticales,
las grandes dimensiones cerebrales
y el uso del pulgar como alicates.

Pero ha sido el pellejo de los huevos
lo que más ha servido a los humanos
para ir adelante en los progresos.

Porque son imposibles retos nuevos
si se tienen que usar siempre las manos
para estar sosteniendo todo eso.

domingo, 22 de agosto de 2010

Paloma (Soneto 123)


Recuerdo que la noche era de luna,
de luna blanca y rosa, grande y llena.
Tu madre deslizó, fuerte y serena,
tu cuerpo desde el vientre hasta la cuna.

Un llanto me llamó, sin duda alguna;
vagué por un pasillo, ya sin pena,
y al poco recibí, de mano ajena,
tu luz, que fue mi luz y mi fortuna.

Y cambió mi vida, mi soñar,
mi despertar, mi afecto, mi sufrir,
mi rumbo, mi alimento, mi esperar...

Y ahora estás a punto de partir
al mundo del perder y del ganar.
¡Bendiga Dios tu vida por venir!

(Ver soneto 226)


sábado, 21 de agosto de 2010

Amigos de derecha (Soneto 122)



Por misterio profundo de la vida
suelo verme con gente de derecha,
que me brinda amistad pura y estrecha
que yo devuelvo con igual medida.

Esta gente es atenta y divertida,
pero tengo con ellos una brecha
que igual que una alimaña nos acecha,
y que puede causar alguna herida.

Se trata de que suelen opinar
de forma categórica y sobrada,
ciertos de que su modo de pensar

contiene la verdad, y ya no hay nada
que pueda sus conceptos refutar:
tienen una verdad muy bien atada.

viernes, 20 de agosto de 2010

Paseo matinal (II) (Soneto 121)


La vuelta tiene un fondo decorado
de pinos, claras dunas y lisura,
un aire de aromática frescura
y algún barco lejano fondeado.

El pueblo va quedando al otro lado,
y al frente se nos muestra en magna altura
ese faro de enhiesta arquitectura,
en la Punta del Perro aposentado.

Dejamos los corrales pedregosos,
la playa popular y marinera,
la de Regla, coqueta y mundanal,

el santuario, de frailes hacendosos;
y volvemos por rampa de madera
o cañada de piedra y arenal.

jueves, 19 de agosto de 2010

Paseo matinal (I) (Soneto 120)

Foto del autor del blog

Zarpamos con la bici bien temprano
y vamos por senderos de lavanda,
entre campos de tierra roja y blanda,
respirando luz tierna y aire sano.

Olemos del pinar su olor cercano,
sorprendemos al pueblo que se agranda
con casas de tejado y de baranda
levantadas con hábito artesano.

El pueblo nos recibe floreado
de hibiscos, buganvillas y jazmines,
y el grupo se encamina, sosegado,

en busca de marítimos confines,
al puerto, marinero y atildado,
absorto en sus faenas y trajines.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Sequía creativa (Soneto 119)



Hoy no tengo soneto que subir,
ningún tema paréceme apropiado,
así que la libreta pongo al lado,
que alguna cosa buena ha de surgir.

El primer cuarto acaba de salir;
el segundo lo tengo casi atado;
con este verso el medio ya he logrado,
y con éste un terceto ha de venir.

No me gusta escribir de esta manera,
con la mente embotada y reticiente,
pero el plazo me apremia y no me espera.

Observo que el final ya es inminente;
el último terceto está en cartera:
otra vez mi soneto está presente.

(Ver soneto 230)

martes, 17 de agosto de 2010

Elogio del botón (Soneto 118)



Muchas gracias, botón, por tu favores,
por estar todo el día a mi servicio,
evitando vergüenza y estropicio
al cerrar mis ocultos interiores.

Hoy yo quiero, botón de mis amores,
colocarte en conspicuo frontispicio,
para honor y respeto vitalicio,
porque eres el mejor de los mejores.

Cierras cuellos, proteges las gargantas,
sujetas en su ser los patalones,
los fríos invernales los espantas...

Al igual que en distintas ocasiones
el ánimo del hombre soliviantas
si muestras descotadas intenciones.


lunes, 16 de agosto de 2010

Bandera retirada (Soneto 117)

Hace sólo tres días que escribí
un soneto atinente a la bandera
que puso mi vecino aquí a mi vera,
y a la finalidad que yo le di.

Hoy miré, por el viento, y no la vi.
Y me dijo un amigo que ello era
porque el dueño temïa que se dijera
que es un facha o alguna cosa así.

¡Qué costumbre más vana y perniciosa,
la que muchos ostentan de poner
etiquetas por una u otra cosa!

Qué suerte y qué fortuna hay que tener
para evitar a cierta gente ociosa
que no tiene mejor cosa que hacer.

domingo, 15 de agosto de 2010

Once palabras de mi infancia (Soneto 116)


Nuestra lengua es dinámica y abierta,
de manera que el habla nos varía;
y así lo que en mi infancia procedía
ahora ya parece lengua muerta.

El zaguán se llamaba casapuerta,
la canica bolindre se decía;
una hucha llamábase alcancía;
alcaucil: alcachofa de la huerta.

Piriñaca ha cambiado a picadillo;
un quinqué era entonces reverbero;
la pinza de la ropa era palillo.

Almocafre traía el jardinero;
el anafre igualaba al infernillo,
y el armario con ropa era ropero.

sábado, 14 de agosto de 2010

De infiernos y demonios (Soneto 115)


Qué tétrico y tedioso fue el invierno
de mi infancia y primera juventud,
cuando era obligatoria la virtud
y el pecado llevaba al crudo infierno.

En aquel aquelarre de lo eterno
condenaban el acto y la actitud,
te culpaban con saña y acritud,
y te hablaban de un ser con rabo y cuerno.

El demonio era cruel, malo y artero,
y tentaba a los hombres y mujeres,
sobre todo en materia sexual.

Hoy no temo a los cuernos de carnero,
reconozco muy bien los luciferes,
y mi culpa no afecta a lo carnal.

RECITADO DEL AUTOR

viernes, 13 de agosto de 2010

La bandera de mi vecino (Soneto 114)


La bandera que ha puesto mi vecino,
en un mástil perfectamente enhiesto,
significa un sentido y claro gesto
que señala de España un nuevo sino.

Pero yo, que soy algo más ladino,
de la fuerza de los símbolos protesto,
aunque ya que lo tengo bien dispuesto
procuro darle un próvido destino.

Asi que cuando miro por delante
observo el tremolar de la bandera
y ya sé cuál será el viento imperante.

Es poniente si apunta hacia mi vera,
y si apunta al contrario es de levante:
la rosa de los vientos tengo entera.

jueves, 12 de agosto de 2010

La bandera de España (Soneto 113)


Se ha plantado en la calle la bandera
amarilla y roja, la de España,
a raíz de la gran última hazaña:
la victoria en la lucha futbolera.

Lo que siempre tuvimos por quimera
devino en cosa cierta, que no engaña.
Mas eso da lugar a una patraña:
pensar que igual lo siente España entera.

Pues no es bueno olvidarse ni un momento
que el amor a lo que es trozo de paño
no deja de ser puro sentimiento

sometido a las leyes del rebaño.
Ojalá fructifique el movimiento.
Pero yo, de momento, no me engaño.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Karaoke (Soneto 112)


Hemos hecho en mi casa un karaoke,
con canciones conforme a nuestra edad,
en las voces con tal disparidad
que al final terminó en puro disloque.

Alguno interpretó como un bodoque
provocando total hilaridad,
con una ejecución de tal maldad
que más bien parecía muerte a estoque.

Los perros lastimeros del vecino
dejaron de llorar a troche y moche.
Pensarán los dos pobres animales

que si vuelven a aullar con desatino
volverá a malsonar toda la noche
la panda de incipientes carcamales.

martes, 10 de agosto de 2010

El faro de Chipiona (Soneto 111)



Oh, Torre de Cepión, falo imponente,
engendrador de luz desde la altura,
proyectil vertical de piedra dura,
castillo varonil concupiscente.

Oh, faro retador, capullo ardiente,
luz de todos los vientos en la anchura,
fecundador de espumas sin hartura,
sustituto del sol incandescente.

Oh, Príapo costero, fiel atlante,
soporte de lumínico artefacto,
protector de la flota navegante.

De tener tu potencia no me jacto;
ya quisiera llevar yo por delante
tu enhiesta claridad y nervio intacto.

lunes, 9 de agosto de 2010

Juegos de mesa (Soneto 110)



Se suele jugar mucho en este lado
al mus y al dominó, juegos de mesa,
en los que el jugador mucho sopesa,
pues de pensar depende el resultado.

Siempre en las mesas habla un enterado
que sin reparo su opinión expresa:
«No es así, la jugada no era esa,
lo siento, pero te has equivocado».

Experto del cerrar y del doblarse,
del conjeturar pronto y sin razones,
del «tú tienes los pitos, lo sabía»,

del «éste juega mal, no preocuparse»...
No quiero tomar parte en sus sesiones:
renuncio a tan insigne asesoría.

domingo, 8 de agosto de 2010

Achaques de la edad (Soneto 109)

Cuando llegamos a la edad adulta
el cuerpo humano empieza a dar el cante,
en proceso que a nada ya se oculta,
que termina con dos pies por delante.

Hay aquel que se azora y que se asusta,
mientras otro lo asume tan campante;
al primero a diario se le ausculta;
el segundo prosigue desafiante.

Entre aquellos que tienen mil achaques,
que devoran y beben sin medida,
haciéndole una higa a su galeno,

se presentan algunos badulaques
que al que lleva una vida comedida
le quieren convencer que eso no es bueno.

Y es que en este terreno
comprobar que otro igual se reconvierte
a nadie con barriga le divierte.

sábado, 7 de agosto de 2010

Actividades vacacionales (Soneto 108)



Suelo hacer los sudokus en verano,
mirando desde el porche hacia poniente, 
por el toldo guardado del relente,
o del calor ardiente del verano.

Con esta actividad seguro gano
que el nivel de neuronas se acreciente.
Es, pues, buen ejercicio de la mente,
y en cuidar de la mente yo me afano.

Hacer las vacaciones provechosas,
a la par que movidas y calmosas,
es propósito digno de estimar.

Hay que leer, pensar, relacionarse,
respirar, divagar, refocilarse,
correr, nadar, jugar y retozar.

jueves, 5 de agosto de 2010

Diálogo laboral (Soneto 106)



- Hola, Juan, ¿me podrás prestar dinero?
El banco me ha devuelto ya un recibo.
- Diez veces te he prestado desde enero;
que vuelvas a pedir no lo concibo.

- Ayer tarde cesó el sepulturero;
ese puesto es ahora mi objetivo.
- Pero ese es trabajo muy grosero,
¿no tienes otro curro alternativo?

- He pensado que ha dicho el presidente,
que la cosa ya va mucho mejor,
que son hechos verídicos y ciertos.

- Pues si tragas las trolas de esta gente,
de momento no busques más labor:
es mejor que te apañes con tus muertos.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Juego con palabras (Soneto 105)


Zagales, gestuales, guturales,
lejía, porquería, droguería,
usía, notaría, vicaría,
brutales, anormales, infernales.

Fetales, hospitales, parentales,
María, clerecía, romería,
bravía, lencería, mancebía,
carnales, humedales, bacanales.

Altivas, abusivas, agresivas,
cintura, donosura, travesura,
prudente, procedente, convincente,

activas, atractivas, efectivas,
cultura, partitura, prefectura,
gerente, pretendiente, presidente.

martes, 3 de agosto de 2010

Los toros y el Código Penal (Soneto 104)


Quien con saña maltrata a un animal
puede un año pasar en la prisión
si lo hizo sin justificación,
según prescribe el Código Penal.

Mas esta penitencia tan fatal
requiere que se dé una condición:
que la bestia que sufre la agresión
esté domesticada. ¡Qué genial!

El que al loro maltrata es delincuente,
aunque el ave se muestre impertinente,
y le esperan los muros y las rejas.

Pero si el maltratado toro es
la norma ya se aplica del revés:
el autor es premiado con orejas.

(Trescientos treinta y siete
del código citado en el cuarteto:
el soneto salió corniveleto).

lunes, 2 de agosto de 2010

Carmelo y Rosi (Soneto 103)


Pradejón es el pueblo de Carmelo,
el hombre de las manos trabajadas,
el de piernas y espaldas bien ajadas
de tanto recoger a ras del suelo.

Carmelo tiene a Rosi, que es su cielo,
que también se agachó muchas jornadas
en parcelas de espárragos plantadas;
derrengados por ver cumplir su anhelo.

Hoy ya ven a sus hijas con carrera,
trabajando en despachos de diseño.
Y ellos siguen hablando de la era,

de la tierra que vio todo su empeño,
de peones que ahora son de afuera,
de su vida, su condición, su sueño.

domingo, 1 de agosto de 2010

A vueltas con el limonero (Soneto 102)


Pues todavía agraz sigue el limón,
en su rama creciendo despacioso.
Yo ya vengo confuso y receloso.
¿Tanto tiempo y tan mínima cuestión?

Como tuve encendida la ilusión
de tener limonero muy copioso,
y lo observo tan lento y tan ocioso,
me pregunto que cuál es la razón.

¿No le dimos el sitio más certero?
¿No regamos su alcorque con mesura?
¿No abonamos su tierra con esmero?

¿Por qué entonces provoca nuestra hartura?
Yo no quiero mostrarme muy grosero,
pero este limonero es birria pura.