lunes, 31 de octubre de 2011

En Ronda (Soneto 559)



Estuvimos en Ronda, ¡bien hallada!
El camino buscaba la alta sierra,
y en sus flancos verdeaba fiel la tierra
proclamando gozosa la otoñada.

Al llegar, no notamos casi nada.
Disfrutamos la curva que se cierra,
la nube que al sutil cielo se aferra,
el aire limpio que al amor agrada.

Pero al posar nuestros ansiosos pies
sobre el tajo profundo e inquietante,
sentimos el regalo de lo bello:

el magno decorado montañés,
la piedra poderosa y arrogante,
el cielo esplendoroso en el destello.




domingo, 30 de octubre de 2011

Las mejores croquetas del mundo (Soneto 558)


La croqueta que ofrece Margarita
- disculpen la inmodestia y la jactancia -
es objeto de enorme resonancia
por ser maravillosa y exquisita.

El secreto para esta masa frita
es una bechamel de gran sustancia,
y una hechura impecable y de prestancia
lograda con paciencia de monjita.

Su fritura en aceite verde oliva,
el tiempo justo para estar dorada,
perfecciona esta vianda decisiva.

Por todos los amigos admirada,
reina, como pitanza substantiva,
la sabrosa croqueta de mi amada.




sábado, 29 de octubre de 2011

Novios de la muerte (Soneto 557)


¿Qué te lleva, fornido legionario,
a llorar los desiertos sin amores,
a rezar por un Cristo en estertores,
a desfilar rugiendo tu ideario?

¿Qué espíritu fatídico y primario
te impulsa a dedicar tus esplendores
al rigor, la obediencia y los honores;
a buscar tu victoria en un calvario?

¿Qué monstruo abrió tus carnes a la herida,
qué sacudió tu corazón tan fuerte,
qué pena puso a tu alma en estampida?

¿Y qué fiero zarpazo hirió tu suerte,
que te lleva a cantar, con voz garrida,
tu dichoso noviazgo con la muerte?




viernes, 28 de octubre de 2011

De castañas y rotondas (Soneto 556)



Abundan en las urbes del presente
las rotondas, redondas o glorietas,
donde es fácil mandar a hacer puñetas
al que te mete el morro de repente.

Su bondad para el tráfico es patente,
pero ofrecen también otras facetas
que las hacen más propias y coquetas,
y de más interés para la gente.

Se trata de los puestos de castañas,
que acomodan en ellas sus campañas
al llegar la mudanza estacional.

Y las llenan del humo perfumado
del rico fruto del castaño asado:
una niebla entrañable y otoñal.


jueves, 27 de octubre de 2011

Los tres cincos (Soneto 555)


Dispuestos a juntarse en armonía
llegaron los tres cincos revoltosos,
para marchar pegados, tan rumbosos,
puesto que primos son, sin tener tía.

Son números de no mucha alegría,
aunque inspiran retruécanos jocosos
- y no por cierto cánticos piadosos -
a poco que se tenga fantasía.

Fueron precisos muchos sacrificios
para llegar aquí, ya lo sabéis;
y quiero que sean buenos los auspicios

porque espero que muy pronto veréis,
si los hados me quieren ser propicios,
en compaña y en paz a los tres seis.




miércoles, 26 de octubre de 2011

A Ramón García González, sonetista insigne (Soneto 554)


Ramón García González, ¿me perdona
por no haber conocido su existencia,
siendo usted la más príncipe eminencia
que en punto de sonetos alecciona?

He sabido de su obra y su persona,
su vida dedicada y su paciencia,
su firme voluntad y su excelencia,
su apariencia virtuosa y bonachona.

Y al comprobar el magno resultado
de su pasión por el cordial soneto,
le proclamo, suspenso y arrobado,

monarca del cuarteto y el terceto,
y me inclino a sus pies, considerado,
como muestra de júbilo y respeto.


 


martes, 25 de octubre de 2011

Por qué escribo sonetos (Soneto 553)


¿Por qué me dio por componer sonetos?
Pues quizá la razón de tanto apego
es que sube y mantiene arriba el ego,
aunque genere desazón y aprietos.

Porque escribir se encuentra entre mis retos:
esa busca del verbo y su trasiego,
que para mí es batalla igual que juego...
¿por qué he de estar con mis talentos quietos?

Además que con reglas tan concretas
para el ritmo, la rima y la medida,
van mis ensoñaciones bien sujetas.

Y al ser diarios, consigo poner brida
a la abulia que aleja de las metas
cuando esperas que el duende se decida. 





lunes, 24 de octubre de 2011

Soneto sin la letra O (Soneto 552)


Qué difícil, sin letra circular,
escribir una frase bien trazada,
ya que siempre se encuentra agazapada
en alguna palabra que enlazar.

Para tal necesitas batallar,
a base de buscar la más preciada,
diferente de aquella tan curvada
que aparece en la mente sin cesar.

Inesperadamente ya se ve
que se puede alcanzar la meta impuesta
si se tiene paciencia, vista y fe.

Se trata de exprimir fuerte la testa,
evitar cualquier clase de cliché,
y culminar la encaramada cuesta.




domingo, 23 de octubre de 2011

Octubre (Soneto 551)


Envidioso del fuego septembrino
quiso octubre seguir siendo verano,
y así penó a la tierra de secano
sin el agua que marca su destino.

Pero al final se presentó genuino,
tronando lluvias que caerán en vano,
venteando, temerario y a trasmano, 
receloso sabiéndose interino.

Incesante vagar de los periodos,
como orugas que marchan engarzadas,
sorteando prominencias y recodos.

Obedecen sus prácticas pautadas,
introducen pretextos y acomodos,
se los llevan los vientos y las riadas.




viernes, 21 de octubre de 2011

Cayó Gadafi (Soneto 549)


La sangre en primer plano, el linchamiento,
el disparo de gracia en la cabeza,
el rebelde que goza su destreza,
el cuerpo de Gadafi sin aliento.

Otro tirano menos. De momento.
Todos nos alegramos por la pieza.
Pero no por la furia y la crudeza
con que han mostrado muerto al elemento.

Pues si son los principios democráticos
los que nos autorizan a hostigar
a los más depravados autocráticos,

hemos de preferir siempre juzgar
que linchar con fusiles automáticos:
que no es bueno quedarse en el vengar.





jueves, 20 de octubre de 2011

El anuncio de la ETA (Soneto 548)


Dos Españas me impulsan a escribir,
al hilo del anuncio de la ETA
de abandonar pistola y metralleta
y de no volver más a delinquir.

Una de ellas no para de decir
que se ha verificado la gran meta,
que ya la banda siempre estará quieta,
y que espera un preclaro porvenir.

Otra, por el contrario, desconfía,
exige que se entregue el armamento
y que pidan perdón los asesinos.

Yo pienso que hay motivo de alegría,
siempre que se gestione con talento
y que no se cometan desatinos.

(Ver soneto 266)

miércoles, 19 de octubre de 2011

Juan José Padilla, visitado por la muerte (Soneto 547)


Junto al Ebro la muerte, agazapada,
con la venia de pitos y timbales,
quiso brindar, clavando sus puñales,
por llevarse tu vida a su morada.

Mas tu fuerza te dio nueva alborada,
tu fe sobrellevó plazos cruciales,
y ahora estás demandando los avales
para seguir tu vida de cruzada.

Ya probaste tu casta de torero:
así lo certifican las heridas
que atraviesan tu piel de bandolero.

Pero estando tus carnes recosidas,
seguirás, indomable y guerrillero,
negándote a cobardes despedidas.

(Ver soneto 166)




miércoles, 12 de octubre de 2011

Cerveza con patatas fritas (Soneto 540)


Cuando el hambre te aprieta impertinente,
presentas el gaznate resecado,
has salido del tajo atribulado,
y domina el calor en el ambiente,

no existe conexión mas atrayente
que una cerveza en recipiente helado,
con un plato pletórico a su lado
de esa patata frita tan crujiente.

Tubérculo encumbrado por la sal,
como el mar, ondulante en su figura,
casa con la cerveza proverbial,

y ésta se manifiesta a más altura
al mezclarse, sabrosa y cardinal,
con la tal categórica fritura.




martes, 11 de octubre de 2011

Garcilaso y el endecasílabo (Soneto 539)


Divino endecasílabo, decía
Dámaso Alonso, refiriendo el caso
del verso que hizo suyo Garcilaso
para dar emoción a la Poesía.

De Italia y de Petrarca provenía
el nuevo metro musical, y acaso
supuso el más precioso y útil paso
en pos de la belleza y armonía.

La excelsa voz del vate toledano
- armas y letras fundidas en su mano -
sonó elegante, rica y cadenciosa;

y tan clara como un limpio venero,
con un verbo pletórico y certero,
espejo de emoción pura y gozosa.




lunes, 10 de octubre de 2011

Aspavientosos (Soneto 538)


Les llamo aspavientosos a esos tíos,
tan pesados que acabas por temerles,
que si preguntas como están, al verles,
comienzan a contarte desvaríos.

Y siguen discurriendo como ríos,
sin que puedas frenar ni detenerles;
que si fueras tan tonto de creerles,
padecieras terror y escalofríos.

Ellos son los que tienen más trabajo,
los que siempre soportan los marrones,
los que nunca conocen agasajo.

Bufan como caballos percherones,
favorecen el gesto cabizbajo,
y acabas de ellos hasta los cojones.





domingo, 9 de octubre de 2011

Novacaixagalicia (Soneto 537)


Novacaixagalicia, ya se sabe,
mantiene a directivos portentosos,
que se llevan la pasta, codiciosos,
tal que la caja no tuviera llave.

Y lo hacen de la forma más süave,
cínicos, descarados y alevosos,
en cupos desbordantes, clamorosos,
que mayor desverguenza ya no cabe.

¿Les importa la crisis desmedida
que sufrimos en todos los sectores?
Pues no, porque se cubren su salida

a costa de los mansos ahorradores,
que no verán en su penosa vida
tanta pasta por sus alrededores.




sábado, 8 de octubre de 2011

Me gusta, no me gusta (Soneto 536)


Me gustan las mañanas luminosas,
el aire puro y fresco en el semblante,
el cielo azul, con nubes por delante,
las aves cantarinas y afanosas.

Me gustan los jazmines y las rosas,
una buena guitarra y un buen cante,
un soñador y un caballero andante,
unas cuantas palabras amistosas.

No me gustan la pompa ni el alarde,
ni tampoco la vana impertinencia,
ni pasar por chivato o por cobarde.

No me gusta el que peca de impaciencia,
ni el que llega a los sitios siempre tarde,
ni el que siempre me cuenta su dolencia.





viernes, 7 de octubre de 2011

Antimisiles en Rota (Soneto 535)


Qué pena me produce que en mi tierra,
tan cerca de mi casa de verano,
tengamos al aliado americano
pertrechado con máquinas de guerra.

Pero más pena da quien tanto yerra
diciendo el nombre de la paz en vano:
que un día lo desprecia muy ufano
y al siguiente al aliado se le aferra.

Y lo vende como un gran beneficio:
a cambio de acoger a los gentiles
con todo su aparato y artificio,

los puestos de trabajo serán miles.
¡Pues merece la pena el sacrificio:
bienvenido, Señor Antimisiles!




jueves, 6 de octubre de 2011

La duquesa y Goya (Soneto 534)


Una pena que Goya no estuviera
para ver el evento extraordinario:
la boda del discreto funcionario
con la duquesa lúcida y rumbera;

pues hubiera grabado a su manera
ese baile sublime y lapidario
que pronto será un hito legendario
en la historia mediática y festera.

Que la danza nupcial de la duquesa
encaja vivamente en los motivos
que incluyó el gran pintor en sus estampas,

donde plasmó con intención bien gruesa
los vicios y miserias distintivos
de aquella sociedad llena de trampas.




miércoles, 5 de octubre de 2011

La letra B (Soneto 533)


Esbelta, si minúscula, apareces,
elevando tu mástil hacia el cielo
y apoyando el trasero sobre el suelo:
un breve bien y un bravo te mereces.

Mas si en letra mayúscula floreces,
te conviertes en una gorda en celo,
que se embucha la boba y el buñuelo,
y la bebida bávara apeteces.

¿Qué fuera del bebé sin la bondad,
del bárbaro sin barba por babero,
del bardo sin beldad ni brevedad?

Beberemos en basto bebedero,
con bedel de probada probidad,
y al final bailaremos un bolero.

(Ver soneto 511)





martes, 4 de octubre de 2011

Irina Shayk (Soneto 532)


Los anuncios de ropa femenina
- a la interior me vengo a referir -
permiten a los hombres discurrir
por una piel gozosa, tersa y fina.

Esto es lo que acontece con Irina,
que provoca, incitante, mi sufrir,
pues sé que sólo puedo concebir
un sueño con muchacha tan divina. 

Intimíssimi llámase la cosa
que anuncia, voluptuosa y seductora,
la diva colosal y deleitosa:

una prenda vital y elevadora,
que a la dama más lisa y espigosa
convierte en rebosante y persuasora.


domingo, 2 de octubre de 2011

La duquesa y el funcionario (Soneto 530)


Todo el mundo pregunta qué le agrada
de la duquesa al probo funcionario,
pues resulta un poquito estrafalario
casarse con señora tan gastada.

Puede ser que le guste la chupada,
y que sueñe con un placer diario,
a la vista del baile extraordinario
que se gasta la boca de su amada.

O tal vez lo que prive al buen señor
es la moda de aquel diseñador,
que en España llegó a ser una estrella,

proclamando, valiente y convencido,
en materia de traje y de vestido,
que la arruga también puede ser bella.




sábado, 1 de octubre de 2011

Acordeones callejeros (Soneto 529)


Son húngaros, magiares, transilvanos,
sabe Dios de qué tierras apartadas,
los que tocan mazurcas y baladas
con un viejo acordeón entre sus manos.

Intentan camelar samaritanos,
por entre las terrazas atestadas,
de gentes divertidas o enfrascadas
que no advierten los sones campechanos.

Toque un vals, gentil hombre de otras tierras,
desterrado por hambres y por guerras,
que yo lo escucharé con agudeza.

El buen hombre nos toca el de la olas,
y recolecta un par de piezas solas,
y se va dando gracias con tristeza.