jueves, 6 de octubre de 2011

La duquesa y Goya (Soneto 534)


Una pena que Goya no estuviera
para ver el evento extraordinario:
la boda del discreto funcionario
con la duquesa lúcida y rumbera;

pues hubiera grabado a su manera
ese baile sublime y lapidario
que pronto será un hito legendario
en la historia mediática y festera.

Que la danza nupcial de la duquesa
encaja vivamente en los motivos
que incluyó el gran pintor en sus estampas,

donde plasmó con intención bien gruesa
los vicios y miserias distintivos
de aquella sociedad llena de trampas.




1 comentario:

  1. Si el bueno de Goya levantara la cabeza y viera todo este circo mediático, estoy seguro que del susto y la vergüenza, se moriría otra vez de espanto pues estas si que son estampas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar