viernes, 7 de octubre de 2011

Antimisiles en Rota (Soneto 535)


Qué pena me produce que en mi tierra,
tan cerca de mi casa de verano,
tengamos al aliado americano
pertrechado con máquinas de guerra.

Pero más pena da quien tanto yerra
diciendo el nombre de la paz en vano:
que un día lo desprecia muy ufano
y al siguiente al aliado se le aferra.

Y lo vende como un gran beneficio:
a cambio de acoger a los gentiles
con todo su aparato y artificio,

los puestos de trabajo serán miles.
¡Pues merece la pena el sacrificio:
bienvenido, Señor Antimisiles!




1 comentario:

  1. Vivir para ver, somos el patio trasero donde se coloca lo que nadie quiere y es peligroso, hay que mantenerlo lejos y venderlo como un gran beneficio para la zona. lo dicho vivir para ver.
    Un abrazo.

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