¡Con qué estropicio tan dañino sales,
con esa jeta de expresión bovina,
oh cosa carencial intrauterina,
coronada de sapos viscerales!
Ya en dinero te entiendes, ya en caudales,
ya tu hedor a detrito se incardina,
acodado en letrina peregrina
que llevan cinco putas carcamales.
Canalla por mal vocación, te mueves
entre la adulación y el falseamiento,
y en los remansos venenosos bebes.
Así la vaciedad se esparce al viento,
y así las esperanzas son más breves...
Que Lope me perdone el mudamiento.
Que Lope me perdone el mudamiento.
Pero a qué cosa dedicas esto? ¿al pajarraco de la foto -me parece una gaviota, y no me gustan nada- o a alguien que conoces?
ResponderEliminarMi ignorancia, creo que queda patente, pero como siempre, si no lo pillo bien, me quedan tus letras, que leídas con entonación y en alto, ya me alegran este ratito de la noche.
Un abrazo
Me parece que hay algo o alguien, quizás las dos cosas que no te gustan, no lo se muy bien.
ResponderEliminarLo que si se y lo tengo comprobado es que manejas el castellano con mano de artista y tu léxico es maestro y abundante.
Un abrazo.