viernes, 16 de julio de 2010

Quevedo y las mujeres (soneto 86)


Al platónico amor pusiste rima,
lo mismo que al querer bajo y grosero;
al uno diste el verso más señero,
al otro basta burla y poca estima.

Desdén en la mujer es lo que prima
en tu vida de vate aventurero.
Al altar profesabas odio fiero;
el anillo te daba mucha grima.

La Ledesma parió bastardos varios
que llevaban tu sangre castellana.
Mas cumplidos cincuenta y cuatro años

respondiste a llamadas de sagrarios
y casaste con una cortesana...
que duró lo que duran cuatro baños.

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