domingo, 8 de mayo de 2011

Llanto por Severiano Ballesteros (Soneto 383)


Cenizas volarán el aire honesto
de tu tierruca verde y pedregosa,
y alguna posará sobre una rosa
que llorará al sentir tu paso presto.

El campo aspirará tu ser depuesto,
y el rocío en la hierba quejumbrosa
será lágrima fría y amorosa
por el chico de pueblo tan modesto.

Suspiros de tu sangre, que es orgullo
del cielo que tocaste en este suelo,
y pena por el hijo grande y digno.

Sosegada aflicción, llanto y murmullo:
tu coraje te erige en fiel modelo
de lucha contra el bárbaro maligno. 

2 comentarios:

  1. Me uno en tu homenaje a uno de los deportistas mas grande de este país, que después de luchar como solo el sabia, perdió su última partida, la que nadie gana.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Precioso homenaje, seguro que el estará encantado de leerte, allí, donde sea.

    Puta enfermedad que se lleva siempre a los mejores.

    ResponderEliminar