Pensamos que un enorme cataclismo
es propio de la tierra más remota,
pero un día la nuestra se alborota,
y el rostro de la muerte aquí es el mismo.
Dominamos la letra y el guarismo,
el silicio y la lluvia gota a gota,
mas si la entraña de la Tierra azota,
nos vemos abocados al abismo.
Que la naturaleza nos avisa
que somos contingentes y mortales,
por más puertas que se abran con la visa.
Terremotos, tsunamis, vendavales,
recuerdan que debemos ir con prisa
en pos de los momentos esenciales.
Cierto es lo que dices, que poca cosa somos y que importantes nos creemos.
ResponderEliminarHasta que un día la naturaleza nos recuerda que somos solo gotas en un océano.
Demos importancia a lo que la tiene cada dia.
Un abrazo.