Doce meses después de los temblores
que arrasaron Haití con tanta furia,
sembrándola de muerte y de penuria,
el país sigue hundido entre estertores.
El cólera añadió daños peores,
y en el colmo del fango y de la injuria
la ayuda resultó corta y espuria
por culpa de unos pésimos gestores.
Pues de todo el auxilio prometido,
solamente un exiguo porcentaje
ha llegado al nativo desvalido.
Los escombros dominan el paisaje;
el cólera se teme recrecido;
¿Qué será de este mísero paraje?
(Ver soneto 218)
el país sigue hundido entre estertores.
El cólera añadió daños peores,
y en el colmo del fango y de la injuria
la ayuda resultó corta y espuria
por culpa de unos pésimos gestores.
Pues de todo el auxilio prometido,
solamente un exiguo porcentaje
ha llegado al nativo desvalido.
Los escombros dominan el paisaje;
el cólera se teme recrecido;
¿Qué será de este mísero paraje?
(Ver soneto 218)
No nos olvidemos de Haiti, si no sale en las TV si no lo vemos lo olvidamos, es mas fácil y cómodo ver para otro lado. Ciertos medios de comunicación, prácticamente todos, se dedican a otra isla que esta al lado mas que a esta donde la gente se muere por falta de los medios mas básicos para sobrevivir.
ResponderEliminarTanta solidaridad en aquellos momentos en que se les iba a solucionar la vida, y de lo dicho nada.
ResponderEliminarPero lo peor es que la gente sí que se volvó en esas ayudas.
Luego, lo de siempre, con echar la culpa a los intermediarios, nos quedamos, nosotros como estamos y ellos jodidos por quintuplicado.
Un saludo.
Da muchísima pena pensar en toda esa gente que después de un año sigue viviendo en pésimas condiciones. A penas se ha reconstruido el país.
ResponderEliminarUn saludo muy cordial!!