Ocre y oro aparece la fortuna
terrena y material de los humanos,
que unos pueden gozar desde la cuna
y otros ansian ganarla con sus manos.
Reyes, nobles y obispos van montados
en caballos de fuste y galanura,
y se muestran serenos y calmados,
pues saben que su pieza ya es segura.
El vulgo ha de ganarse su porción,
y para ello combate con denuedo,
mostrando su vesania y abyección
en una lid de irritación y miedo.
Como flor de los campos, esplendor,
algún día se apaga su fulgor.
Es una muestra de la pirámide social en que vivimos. Arriba el rico abajo el mas pobre de todos. ¿Algun día la pirámide se hará plano?.
ResponderEliminarUn abrazo.
El cuadro es una maravilla. Y tocas en el la crítica más acertada.
ResponderEliminarUn abrazo