Rebuscando en ramajes imbricados
de la lengua bendita que nos piensa,
voy hallando en fortuna tan inmensa
conceptos y vocablos apropiados.
Están todos compuestos y ordenados,
expectantes por ver qué les dispensa
la mente que se afana y que se tensa
por tenerlos en versos combinados.
Igual que por el cielo van los sones
que compagina el crëador inquieto
para hacer sus romanzas y canciones,
así encuentro que el aire está repleto
de voces, arquetipos y expresiones
con que urdir cada día mi soneto.
Y van ya 300 sonetos y por lo que veo con cuerda para rato, espero que otros tantos no falten y aqui yo para leerlos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya sabes que yo me comprometí hasta el mil o más, así que no presumas, sólo vas por el trescientos.
ResponderEliminarEso sí, con muchísimo garbo.
Un abrazo