Ya en los tiempos del sabio Salomón
un hijo era motivo de porfía
entre la madre que cortó el cordón
y la otra que tenerlo no podía.
En España, tan sólo antes de ayer,
parece que han robado muchos críos,
cuestión que deberán esclarecer
los jueces sin desidia ni desvíos.
La cuestión no es trivial ni intrascendente,
y afecta a los que fueron desmadrados,
a quien los recibió siendo inocente
y a los padres del hijo despojados.
Que no vuelva a imponerse la estulticia,
y se administre, por favor, justicia.
Precioso soneto sobre este asunto que de precioso no tiene nada si de crimen y delito.
ResponderEliminarSiempre hubo y quizás habrá, pero en algunos momentos de la historia sin libertad, mas.
Un abrazo.