jueves, 24 de febrero de 2011

Locuras (Soneto 310)



Qué seguros estamos, sin motivo,
de no tener un punto de locura,
cuando todo en la vida es chaladura,
paranoia e impulso compulsivo.

¿Quién no tiene un periodo hiperactivo,
un instante en que todo es calentura,
un año de histerismo o crispadura
y otro tanto de aliento irreflexivo?

Se está loco de amor, o de tristeza,
de júbilo, de encono, de alegría,
de empeño por mandar, o de grandeza.

Y el que dice estar cuerdo, y lo porfía,
no debiera confiarse en tal certeza,
pues todo loco niega su manía.

2 comentarios:

  1. Yo no aseguro mi cordura
    pues bien se de mis locuras
    que no son pocas
    son mas de una.

    Un abrazo.

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  2. Estooooo, yooooo, loca, loca, pues no, pero sí que se me pira la pinza de vez en cuando. Otras creo que estoy un poco abollá, y muchas veces, ando como pollo sin cabeza.
    Pero cuando miro alrededor, creo que estoy muy a tono.
    En fin, disfrutemos del momento, con lo que traiga.

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