jueves, 28 de abril de 2011

El oficio de juez (Soneto 373)


Ser juez es encomienda delicada,
que precisa prudencia, fortaleza,
sacrificio, honradez, delicadeza,
estudio y mente abierta y despejada.

También la independencia es demandada,
igual que la soltura, la presteza,
la pericia, el talento, la agudeza,
la unción y la virtud más acendrada.

Es oficio de ingentes arideces,
de infames tentaciones al cohecho,
de críticas injustas muchas veces.

Y que es difícil lo demuestra el hecho
de encontrarnos que algunos malos jueces
retuercen sin escrúpulo el derecho.


3 comentarios:

  1. Cierto es que administrar justicia es cosa difícil. Que el juez debe ser honorable y, modelo en la sociedad y que no todos dan la talla ni, cumplen como se espera de una profesión tan importante para la sociedad.
    En algunos lugares la justicia es un cachondeo y no son pocos los lugares.
    Un abrazo.

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  2. Juzgar a otros es complicado, por eso ellos se agarran al catálogo que son las leyes escritas, y esas siempre se pueden interpretar, tergiversar y acaban por no ser siempre justas.
    No me gusta cómo funciona la justicia, aunque supongo que es un mal menor.

    Un abrazo

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  3. Es una tarea muy complicada y siempre hay alguien que la critica,normalmente el que pierde. Pero las leyes están hechas para quién?

    Un abrazo

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