El luso pendenciero y bravucón
dispuso a tres centrales destructores
por tratar de frenar a los mejores
del mundo codicioso del balón.
Festival de despeje y patadón,
organizó a sus caros jugadores,
para que fueran vacuos birladores
del juego que demanda su afición.
Yo no niego que algún título gane
a base de carreras alocadas,
y un juego asolador, tosco e inane.
Pero a mí no me van esas chorradas:
que juegue a la pelota y no se afane
Nadrid-Barsa, Barsa-Madrid, es que en este país no hay mas equipos, yo estoy de acuerdo que son los mas grandes y, los que mueven mas publico, pero los pequeños como el Celtiña piden también un poco de aire, mirar algo para ellos, los pequeños los que van de relleno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues vamos bien, no soy futbolera. Me dan igual unos que otros. Otra vez voy contra corriente, porque si la Semana Santa mueve la pasión de mucha gente, el fútbol es la leche.
ResponderEliminarEn fin, que leo tu soneto, porque te esmeras, pero que tampoco va conmigo.
Anda queeeeee.
Un abrazo