Recuerdo un gran gentío abigarrado,
una calle doméstica y cuidada,
una fila de velas alargada,
una banda de ritmo acompasado.
Y un rezo recogido y musitado
a una virgen doliente y enjoyada,
que pasaba con música callada
que pasaba con música callada
por el palco aburrido y alquilado.
Recuerdo que mi madre ponderaba
Recuerdo que mi madre ponderaba
los mantos de dorada bordadura,
y el adorno de flor abierta y brava.
Y al ver el triste cáliz de amargura,
a la cruz, fiel y mística, imploraba,
por una humanidad más justa y pura.
y el adorno de flor abierta y brava.
Y al ver el triste cáliz de amargura,
a la cruz, fiel y mística, imploraba,
por una humanidad más justa y pura.
Me encantó este soneto, tiene un ritmo magnífico. Te superas día a día.
ResponderEliminarLa Semana Santa de antes no es la de ahora, las cosas y situaciones han cambiado mucho.
Un abrazo
La S.S. su forma y sentimiento perdura, aunque igual que los tiempos cambian el sentimiento y su forma poco a poco va cambiando, la verdad yo veo mas gente que antes pero mas con sentido turístico y menos sentimiento religioso, como pasa en nuestra sociedad.
ResponderEliminarUn abrazo.