Un cuarto de millar: número entero,
redondo, contundente, inapelable,
señal de estimación al respetable
y de casta y pasión de sonetero.
Doscientos más cincuenta, ¡qué puntero!
Doscientos más cincuenta, ¡qué puntero!
Y disfruto de un público agradable
que me hace la labor más aceptable
con su firme atención y su salero.
¿Llegaré a los trescientos con soltura?
¿Seguirán mis lectores concernidos?
¿Pasará la rutina su factura?
Yo espero tener siempre seducidos
a unos cuantos adeptos sin hartura
que mantengan mis ánimos crecidos.
(Ver soneto 200)
que me hace la labor más aceptable
con su firme atención y su salero.
¿Llegaré a los trescientos con soltura?
¿Seguirán mis lectores concernidos?
¿Pasará la rutina su factura?
Yo espero tener siempre seducidos
a unos cuantos adeptos sin hartura
que mantengan mis ánimos crecidos.
(Ver soneto 200)
Si redondo es el número, colega,
ResponderEliminarno lo es menos -un círculo- el soneto
Después de algunos días ausente, vuelvo pero poco a poco.
ResponderEliminarY por qué no llegar a los 300 y más???
Me parecen estupendos todos los sonetos y creo que no deberías dejarlo...porque entonces
¿quién me iba a dedicar un soneto?
Venga ánimo
Un abrazo
Que ese numero redondo no te haga desistir de alcanzar el millar, número más redondo y contundente, animo.
ResponderEliminar¿Animos crecidos? pues claro, que no decaiga.
ResponderEliminarQue ya es una cuestión de cada día, como el pan.
A ver qué soneto toca hoy?
Y mira, que tocaba el 250. Venga mañana el siguiente, y así otro, otro, que hay gente que te mira, no lo dudes, y eso, será por algo ¿no te parece?.
Prometo seguirte hasta el mil o más.
Un abrazo
Muchas gracias a todos, con estos ánimos es más fácil seguir adelante. Abrazos.
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