sábado, 11 de diciembre de 2010

El nacimiento (I) (Soneto 234)


Tengo ya que instalar el nacimiento
- hogaño me ha cogido con más gana -;
así que no se acaba la semana
sin que yo me haya puesto en movimiento.

Por eso me rebulle el pensamiento,
que pasa del pastor a la aldeana,
a los Magos, su corte y caravana,
al que recién nació y a su aposento.

Serán días de musgo y de madera,
de lentisco, serrín y plastilina,
de bornizo, bombilla y arpillera.

Y al final brillarán la campesina,
el castillo, el portal, la lavandera,
el lago, el pescador y la colina.

(Ver soneto 225)

3 comentarios:

  1. Anónimo0:27

    Me gustan todos esos personajes esperando a empezar la representación.

    Feliz Navidad.

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  2. Y ya se montó el belen!!!
    Si te digo que no me apetece en absoluto poner belen y árbol, qué dirías?

    Un saludo

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  3. Ya tienes la mitad del trabajo hecho. Sólo tienes que seguir el orden del soneto y te quedará niquelao.

    Animo, que de ahí al turrón y la zambomba no queda nada.

    Un saludo

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