martes, 21 de junio de 2011

El agua (Soneto 427)


Vivimos con el agua y por el agua,
agua limpia que mana de la fuente,
la que corre fugaz por el torrente,
la que apaga la llama de la fragua.

Como espejo refleja la piragua,
alimenta el caudal desde el afluente,
pinta gotas de luz con el relente,
entona la blancura de la enagua.

Y la yerba, la flor, el surco arado,
el regato que aspira a bronco río,
son hijos de su baño regalado.

Y el verano, que entró con hondo brío,
se matiza en su fuego desalmado
con el agua y su ameno desafío.




2 comentarios:

  1. Precioso soneto, todo un canto añ agua, esa sustancia vital para la vida, sin ella nada existe.

    PD: Me gustaría que pasaras por mi blog, tengo un premio que quisiera que te lo llevaras, es una pequeña muestra de afecto y reconocimiento.
    Un abrazo.

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  2. Agua es vida. Es una frase corta, cierta, y tu la has adornado de una manera maravillosa.
    Tu también eres una gran parte de agua, clara, líquida, agradable, apetecible, tibia, o repentina.
    Cosas así siento cuando leo tus sonetos.

    Un abrazo

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