lunes, 11 de julio de 2011

Mi cielo, mi suelo... (Soneto 447)


Mi cielo es de azulejo y de calina,
de nube de algodón deshilachado,
de gaviota de vuelo acompasado,
de tórtola, azulón y golondrina.

Mi suelo calza yerba verde y fina,
camino de hondo polvo apelmazado,
caliente arena de sabor salado,
canal que baja en oración cansina.

El aire que me lleva es de romero,
de jazmín y de dama regalada,
de lavanda y aroma marinero.

La música que pienso es susurrada,
se mece entre la brisa y el bolero,
y me suena fugaz en la alborada.

2 comentarios:

  1. Veo que eres muy afortunado, no todo el mundo puede disfrutar de tan lindo cielo y suelo, como de ese aromático aire a romero y jazmín, todo un privilegio.
    La música al gusto.
    Un abrazo.

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  2. Las comparaciones que haces, las palabras que utilizas, por un momento, en este soneto me han recordado a Lorca.
    Era muy dado a describir lo que le rodeaba así, como has hecho tu.
    Y me gusta, vaya que sí.

    Un beso.

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