Cuatro vientos me llevan de su mano:
el norte, frío, seco y aguerrido,
que da lustre, pureza y colorido,
y deja respirar en el verano.
El sur viene del mar, es africano;
El sur viene del mar, es africano;
gasta bruma, sudor, calma y sentido,
alisa el mar de azul enverdecido,
y del viento del este es medio hermano.
El levante no sabe de mesura,
El levante no sabe de mesura,
es amigo del fuego efervescente
y tratante y mentor de la locura.
Y el más fiero, vivaz e impertinente,
Y el más fiero, vivaz e impertinente,
el que tinta la ola parda oscura,
viene fresco y mordaz desde el poniente.
Me ha gustado este soneto, describes de maravilla los cuatro vientos, no se cual sera el mejor o el menos malo.
ResponderEliminarDe mis estancias en Cadiz siempre recuerdo el levante y el poniente, y muchas veces la madre que pario al levante y la madre que pario al poniente, esto último en Tarifa.
Un abrazo.