jueves, 7 de julio de 2011

El destino del limón (Soneto 443)


Resulta que mi niña se ofreció
a sacar y mezclar los ingredientes,
que al lado del limón son componentes
de la preciada masa que amasó.

El horno en alto grado se encendió
y acogió en sus entrañas contundentes
los moldes que con manos eficientes
la niña en la cocina preparó.

Y al fin no fue bizcocho el resultado,
sino algo parecido y entrañable
que se pone en coqueta canastilla:

¡Magdalenas! Muy bien, lo has acertado.
¿Habrá merienda más recomendable
que la que hace mi linda zagalilla?





2 comentarios:

  1. Por supuesto, si lo ha hecho la linda zagala eso es lo mas rico y hermoso que se podía hacer.
    Todos a la mesa a degustar y hacerle un gran homenaje a las magdalena de la zagala. Buen apetito.
    Un abrazo.

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  2. Merienda?, y desayuno, y postre en la cena, y resopón. ¿habrá para tanto?, mira que soy muy golosa.
    Y si lo hace la niña, pues ya para derretirse.
    Una pinta deliciosa. Lástima que sólo pueda ver la foto, claro que lástima para mí y suerte para vosotros.
    Un beso

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