Insecto díptero de largas patas,
pertrechadas con uñas y ventosas,
¿por qué con tanto pundonor me acosas,
que la paz y el sosiego me arrebatas?
¿Por qué mis ricas viandas todas catas
y en la cara y los brazos te reposas?
¿Es que no te entretienen otras cosas?
¿Por qué nunca mis órdenes acatas?
Qué bien ha recogido el Diccionario
la palabra que nombra el gran cabreo
soportado en verano casi a diario,
por culpa del continuo cachondeo
que se gasta el insecto rutinario:
que de mosca derívase mosqueo.
Puajjjj, son asquerosas. Y tu les dedicas un soneto, anda que como llegaran a comprenderte, te acosarían mucho más.
ResponderEliminarEn la casa del pueblo, mi madre colocó mosquiteras en todas las ventanas, para evitar sobre todo a estas individuas, pero porque no soportaba ver a mi hermano, a mi contrario y a mi padre tener como entretenimiento cazarlas, como fuera. Y COGERLAS VIVAS con la mano, eran unos... bah.
Oye, que te vas acercando a los clásicos, recuerda la canción de Serrat, que era un poema de Machado.
En el anterior me recordaste a Lorca y en este a Machado, y todo con producción propia.
¡Genial, amigo!
Cierto es que el dicho insecto es de los mas pesados y asquerosos que existe, en eso estamos todos de acuerdo, y que no hay forma de acabar con ellas igual que con las cucarachas, son autenticas generadoras de mosqueos humanos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ahora me doy cuenta de que tu habías puesto la canción de Serrat, pero te leo, y a veces se me olvida la música que pones.
ResponderEliminarTe aseguro que lo escribí antes de oir a Serrat.
Cabeza corcho que tengo de vez en cuando.