Qué racha más intensa de trabajo,
qué prisa, qué jornada, qué premura,
qué esfuerzo por mostrar calma y cordura,
cuántas horas sumadas en el tajo.
Lo bueno de currar casi a destajo,
si no dejas vencerte por la hartura,
es que logras guardar la mente pura,
que evitas la molicie y el relajo.
Trabajar con agobio y con urgencia,
aunque estresa, presiona y estremece,
ahuyenta la desidia y la indolencia,
alienta, tonifica y fortalece,
ejercita la flema y la paciencia,
y al final se valora y agradece.
Mucho relajo junto, me parece.
ResponderEliminarNo será para tanto cuando vas con los sonetos atrasados.
ResponderEliminarSi tu lo dices...entonces tengo que estar muy agradecida.
ResponderEliminarTe salió redondo el soneto. ¿Leíste el que escribí ?¿Qué opinas?, me costó mucho, que lo sepas.
Saludos
En mis tiempos de internado con los salesianos, unas de sus frases preferidas era que, el ocio es el padre de todos losa vicios, por eso nos tenían siempre ocupados, estudiando o rezando. Pero era igual.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vamos que casi llegamos al trabajo dignifica. Que no, que no, que en esta vida hay tiempo "pa tó".
ResponderEliminarY relajar la mente, pues nada mejor que leerte.
Un abrazo.