Fijarse con gomina los cabellos,
lucir patilla larga y recortada,
vestir ropa de marca acreditada,
llevar cadena gorda con destellos;
estar enamorados sólo de ellos,
declamar con la voz acampanada,
disertar sobre todo y sobre nada,
proclamar a los vientos que son bellos;
con esto y algún otro poderío,
como saber cantar por cualquer palo,
se forma un tipo largo y de tronío,
que en verdad no lo tengo yo por malo,
mas tampoco lo tengo yo por mío:
así que a quien lo quiera lo regalo.
Parece ser que estos no te acaban de gustar, eso saco de tu magnifico soneto.
ResponderEliminarSera que son producto de los nuevos tiempos, se salen de lo clásico?, no se.
Quizás lo de antes era mejor porque solo pervive lo bueno.
Un abrazo.
No gracias, a mí no me regales un especímen así, que no sabría dónde ponerlo. Quita, quita.
ResponderEliminarPero qué bien lo describes. No creo que se lo merezcan.
Abrazos