jueves, 3 de febrero de 2011

Egipto convulso (Soneto 288)


En la tierra de Egipto moriré,
ha dicho Mubarak muy convencido,
mientras el pueblo permanece unido
contra un rais que camina a contrapié.

Y es que ahora parece tener fe
en que tiene que haber más de un partido,
y el poder soberano dividido:
¿No les huele este cambio a paripé?

¿Por qué no localiza a Ben Alí,
que en Túnez fue más bien Alí Babá,
y con él se destierra por ahí?

Quiera Dios o Amón Ra - igual me da -
que no derrame sangre el frenesí,
y que los libren de un ayatolá.

(Ver soneto 279)


2 comentarios:

  1. Desgraciadamente todos los dictadores se creen que están puestos ahí por Dios y para bien del pueblo, enseguida se olvidan como han llegado al poder y como se mantienen, todos son mesiánicos.
    Que Dios nos libre de ellos.
    Un abrazo.

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  2. Este se cree un faraón y a mí me da que es una momia.
    Ojala, de algún lado salga la cordura suficiente para que el pueblo egipcio no lo pase más mal.

    Un abrazo

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