Indeciso, dudoso del talento
que pudiera esconderse en mi otro lado,
el tiempo de las canas me ha llegado
sin tratar de tocar este instrumento.
Sana envidia, que no resentimiento,
le tengo a quien domina el gran teclado,
y todo el aire llena, embelesado,
de cadencia, compás y movimiento.
Y aunque dice el refrán que nunca es tarde,
mis manos ya no tienen la frescura
precisa para hacer un gran alarde.
Proscrita queda, pues, la asignatura,
aunque tengo otra rama que me arde
en el árbol feraz de la escritura.
Pues para escribir no tienes impedimentos, qué te hace pensar que sí los tendrías para el piano.
ResponderEliminarPor probar no pierdes nada. Hasta puedes empezar con uno de esos electrónicos.
Sobre todo, porque a ese magnífico instrumento, yo le veo el inconveniente del espacio.
En qué casa cabe un piano, y no hablemos ya de uno de cola.
Pero oye, cómo queda eso de "vaya, otra vez, me dejé las llaves encima del piano".
Si es tu gusto, no te lo niegues.
Pero a ver cómo te lo montas para que podamos oírte, y sobre todo, que no sustituyas los sonetos por el piano. Danos las dos cosas.
Un abrazo
Asignaturas pendientes tenemos todos, pero el tocar el piano es una de las mías también. En casa todos aprendieron porque a mi padre le gustaba, tocaba y le encantaba verlos sentados al piano. Yo me revelé y ahora me arrepiento.
ResponderEliminarAdemás, como dice Parker es muy complicado actualemente tenerlo en casa por el espacio.
Un soneto precioso...vamos hacia delante.
Un saludo
A mí también me hubiera encantado aprender a tocar el piano.
ResponderEliminarEs uno de mis instrumentos musicales favoritos!
La guitarra también me gusta mucho, tanto española como eléctrica. En fin, aprender a tocar un instrumento es también una de mis asignaturas pendientes.
Besos!!
Bueno si no puedes hacerlo es una pena ahí queda otra cosa mas en la cuneta, pero si te queda esa otra rama que tan bien practicas la poesia.
ResponderEliminarUn abrazo.