uno a otro de indignas tropelías,
de las que han de saber las fiscalías
por tratarse de acciones criminales.
Sean ministros, alcaldes, concejales,
Sean ministros, alcaldes, concejales,
o barandas de las autonomías,
no confiesan jamás sus fechorías,
sino acusan de más a sus rivales.
Ellos salen airosos de su lance
soltando que los otros son peores.
Y esta forma de hacer tiene su alcance:
que el hecho de sufrir tantos horrores
coloca a los votantes en el trance
de no acudir ya más como electores.
Ellos salen airosos de su lance
soltando que los otros son peores.
Y esta forma de hacer tiene su alcance:
que el hecho de sufrir tantos horrores
coloca a los votantes en el trance
de no acudir ya más como electores.
Que políticos tan mediocres tenemos en este país.
ResponderEliminarQuizás tengamos lo que nos merecemos, si es así, muy malos hemos sido. Que Dios nos perdone.
Un abrazo.
Creo esta problemàtica politico-social es muy parecida a la de mi pais...promenten tanto..regalan comida..hacen fiestas..son corderitos sumisos..abrazan y besan a todo el mundo..y cuando suben..se olvidan y te escupen la cara.
ResponderEliminarBuen soneto
Un placer visitar tu blog
Te saludo desde Cali-Colombia
Muchas gracias, Yolita, encantado de tenerte en mi blog. Todos los días hay un buen número de visitas de Colombia. Saludos.
ResponderEliminarVergonzoso. Eso es lo que me parece. Pero ellos encantados. No hay oficio más rentable que ese. Político, y ya está. La patente de Corso sigue vigente. Todo vale en nombre del rey.
ResponderEliminarLa madre que los parió.
Un abrazo