jueves, 10 de marzo de 2011

Libia se muere (Soneto 324)


Siguen pensando en adoptar medidas,
pero no se deciden de momento
los que antes le vendieron armamento:
mientras tanto, se van truncando vidas.

¿A qué esperar, si las bombas homicidas
del tirano corrupto y purulento
están sembrando sangre y sufrimiento
a base de asesinas embestidas?

El cálculo, el provecho, el interés,
compromisos sin duda inconfesables,
mantienen a este crápula montés.

Salgan ya, los que pueden, con sus sables,
y arranquen las cabezas, de un revés,
a esta hidra de apegos miserables.




3 comentarios:

  1. Con camuflaje demócrata o sin el son perros con distinto collar de la misma camada, crees que les importa algo los corderos, solo para aprovecharse de su carne y lana, nada mas.
    Un abrazo.

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  2. Hace ya muchísimo tiempo que sé que una persona de pueblo, como yo, quizá como tu y como tantos, no valemos nada para "los amos del universo".
    Sólo me defiendo de eso con mi más absoluto desprecio.
    Pues ellos no pierden ocasión de demostrarme, a mí y a todos, que no valen lo que costó bautizarlos.
    El pueblo Libio, es otro de los que tienen que sufrir, y morir, simplemente porque en su tierra hay algo que los inhumanos desean.
    Nadie moverá un dedo por ellos. Aunque nos levantáramos en bloque para defenderlos.
    Ojalá sólo con desearlo todos a un tiempo, pudiéramos defenderlos. Pero, por desgracia, no funciona así.

    Ni sé cómo te sale el soneto. Con la rabia que da.

    Un abrazo

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  3. Otro pueblo que sufre la tiranía de un asesino, otro más.
    Precioso soneto.

    Un abrazo

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