domingo, 27 de marzo de 2011

A la pintura impresionista (Soneto 341)


Instante, luz, color, fugaz mirada,
el aire de Velázquez sublimado,
el pincel en un baile dislocado
pugnando con la espátula agitada.

Paleta de pigmentos pertrechada,
puros como el frutal arrebatado;
olvido de la línea en el trazado,
éxodo hacia la tierra liberada.

Destello vacilante y pasajero,
nuevas sombras huidizas de lo gris,
paisaje rutilante y volandero,

amantes que meriendan vis a vis,
el baile provinciano o burdelero,
la grandeza y el alma de París.

(Ver soneto 299)



3 comentarios:

  1. Hermoso soneto el dedicado a mis preferidos, los impresionistas, el movimiento pictórico mas importante y mas afín a mi gusto, gusto de alguien que no es experto pero que le gustan algunas pinturas sin saber muy bien explicarlo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta muchísimo ese tipo de pintura. Quizá porque miro un cuadro y me encandila. No me pasa eso con el arte moderno, que no me dice nada, por más que yo me empeñe en mirar.
    Y tu descripción, de lo más guapo. ¿ves? eso sí que me gusta, tu precioso soneto.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo11:49

    me quedo con "las sombras huidizas de lo gris"

    ResponderEliminar