jueves, 9 de diciembre de 2010

Elogio del elogio (Soneto 232)


Elogiar, si se elogia con razón,
con tacto, con mesura y con prudencia,
es signo de sesuda pertinencia,
y de fino y fecundo corazón.

El que elogia por pura admiración,
alegría, contento y complacencia,
sin pedir ni exigir correspondencia,
es digno de total aprobación.

No hay nada tan común - Shakespeare sostiene -
como el ansia de ser bien elogiado:
qué razón el inglés egregio tiene.

Y teniendo tan fácil ser amado
por el mortal que nuestro elogio obtiene,
elogiemos, si es justo, al que va al lado.

(Ver soneto 174)

3 comentarios:

  1. Muchos elogios veo por aquí.
    Elogiar, agradecer es algo muy bonito, pero siempre que se hace con el corazón en la mano, nunca por compromiso, ni por quedar bien. Eso es ser hipócrita.

    Un beso

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  2. Anónimo18:48

    "El que se guarda un elogio, se queda con algo ajeno"

    (Frase atribuída a Pablo Picasso)

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  3. Hola.
    Nuestra amiga común Princesa, me dijo al oído que me asomara por aquí.
    Yo sé que ella me quiere bien y sólo me cuenta cosas buenas. Así que le hago caso.
    Y otra vez tendré que darle las gracias por enseñarme este sitio.

    Aquí ya no vale la pregunta de si eres de ciencias o de letras, porque está claro, que cuentas muy bien las letras.

    No he leído todos, pero sí muchos, y creo que tienes una imaginación increíble, una soltura fantástica y una gracia para nota.

    Me ha gustado mucho, ya me he apuntado y te he apuntado, así que contaré tus letras y leeré tus sonetos. Cosas así me alegran el día. Es una suerte que haya gente como ella que nos lleve a gente como tu.

    Y ya de paso, un elogio. Me lo dedicaron una vez, me sacaron los colores y me encantó, te lo paso, y si lo conoces, pues no importa, igualmente te lo puedo aplicar.

    "Eres tan completito, que no te falta ni una teja".

    Ea, así me lo soltaron.

    Saludos.

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