domingo, 31 de julio de 2011

A mi amigo Angelín (Soneto 467)


Ya llegó el adalid del veraneo,
directo desde las Afortunadas,
con su mojo, sus papas arrugadas,
y sus ganas de farra y cachondeo.

Rey del porching, alcanza su apogeo
en noches de aromosas sardinadas,
que alterna con sufridas pedaladas
redentoras del pérfido ajetreo.

Ángel custodio del mejor ambiente,
sólo tiene un demérito, si acaso:
que siendo, como lo es, tan buena gente,

el tiempo que nos honra es bien escaso;
por eso yo lo quiero permanente:
si deja de venir, será el ocaso.



2 comentarios:

  1. Hermoso homenaje a un amigo querido y esperado, disfrutar de la amistad, el lo mejor de lo mejor.
    Un abrazo.

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  2. Seguro que a tu amigo le ha gustado. Y también seguro que te dice que igual que viene el, puedes ir tu a su isla. Que un godo más no le estorbará.

    facilidad con las letras como siempre, ya te empiezo a tener envidia.

    Un abrazo

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